En aquella época en que la vida se componía de esos lapsos de tiempo entre crisis de autoestima y crisis de autoestima (mi adolescencia), me decidí a abrir un blog: www.fhernandhah.blogspot.com.
No sé si fue en un lapso o en una crisis, más bien creo que fue la segunda. El texto que abrió (http://fhernandhah.blogspot.com/2005_09_01_archive.html) fue una breve crónica de mi insatisfacción, amiga constante y solidaria, en ese momento muy activa gracias a un evento de malacopa épica en que generé una fama que aún hoy no se olvida del todo.
Ya antes había compartido blog con un buen amigo de la secundaria, donde escribía uno que otro texto de vez en vez (www.sindioses.tk) Me gustaba leer los comentarios, la retroalimentación era bastante buena. Entonces abrí el nuevo, que documentó el tránsito por mis diecisiete años, animada además por un par de amigos de letras inglesas que escribían seguido en sus respectivos blogs y tenían un círculo de amigos-lectores bastante constante. Así que escogí un título forever -ESTA BOCA ES MÍA- (adolescente, al fin y al cabo), y me dí a la tarea de documentar mi último año de prepa, mi misantropía, mi opinión acerca del mundo que me rodeaba y algunos cuentos o poemas que en ese entonces surgieron.
Luego vino la universidad. Traté de seguir actualizando, al inicio, incorporando elementos de mi nueva vida de estudiante de medicina al blog. No funcionó. Además, me enamoré y me dediqué al cien a mi absorbente relación y a mi más absorbente carrera. No quedó tiempo. Le bajé a la lectura no médica y a la misantropía, ambas ingredientes fundamentales para animarme a escribir. Después de un par de entradas en el 2007, perdí la contraseña del mail que utilizaba y no pude recuperar mi viejo blog.
El tiempo ha pasado pero miro atrás y recuerdo lo satisfactorio que fue para mí construir ese blog. Me hice de un círculo de lectores algo constantes, a los que yo leía y que me leían, a muchos de los que conocí solamente a través de sus posts y jamás ví en persona, otros con los que el ya existente lazo de amistad se fortaleció a través de nuestras lecturas. Entre mis lectores desconocidos,apareció uno. El amor platónico del blog. Como dije, ha pasado tiempo. El amor platónico del blog, al cabo de los años y el gusto a la distancia, apareció un día en carne y hueso. La aparición fue fugaz, pero su presencia quedó allí, como un post-it con los pendientes pegado en algún refrigerador, mientras cada quien seguía inmerso en su vida. Las redes sociales mantuvieron el pegamento del eterno post-it. Seguí con la carrera, con el primer amor, que terminó y no, que siguió y se truncó tantas veces. Dos años juntos, tres de dar patadas de ahogados y mantener una relación eufémica en la que estábamos y no juntos. Pronto serán cuatro años. Cuatro años de que entré a la carrera, de que abandoné el blog y pegué aquel post-it en mi refri, de que conocí a mi primer amor, con quien me entregué a la larga turbulencia que por fin amaina. Todo eso va quedando atrás.
Hace no mucho, el amor platónico del blog reapareció en una fiesta. La segunda vez que lo veía, después de un par de años de leerlo. Hoy, el amor platónico del blog ya no es platónico ni es del blog. Hoy está a mi lado. Hoy he retomado el placer por la escritura y la lectura, que nunca abandoné del todo, pero que postergué los primeros meses o años de carrera y fueron volviendo paulatinamente desde hace casi dos años. Hoy llevo un par de meses obsesionada con twitter (@fhernandhah), en donde tengo también una serie de tuiteros talentosos que seguir, algunos de los cuales me siguen también y con los que me encanta retroalimentarme, de los cuales varios tienen blogs que valen la pena (links del lado izquiedo).
Hoy, la medicina no ya es el centro de mi vida pero sí parte importante, y además día a día me da mucho sobre lo cual escribir. Ha sido una pena no tener en estos años un espacio donde plasmar tantas de las cosas que vives durante el estudio de esta carrera. Hoy espero poder aprovechar este espacio, y crear una red como la que creé sin querer alguna vez, hace casi 5 años, de la que obtuve tantas cosas buenas y gracias a la cual conocí a la persona de la que estoy enamorada hoy.
Es éste el regreso, meloso e intenso.
Espero dé comienzo a muchas cosas.
Felicidades. Años esperaba triunfal tu regreso; sólo jamás pensé que sería así: tan cercano, tan seguro, tan aquí. Cariños, dondequiera que estés. Tu silencio siempre me hace ruido, así que tus palabras siempre las leo en voz alta.
ResponderEliminarQuién diría que el regreso serías tú.
ResponderEliminarSALUDOS.
ResponderEliminarSI ME PERMITES, COMENZARE A LEER TU BLOG, ENTUSIASMADO.
ANGEL CURIEL.